Ikigai is a concept that has been ingrained in the cultural fabric of Japan for centuries and simply means “reason to live”.
Cuando inicié el proyecto de Dynamic Brands, me sentía afortunada de poder emprender mi propia idea en un campo en el que realmente disfruto. Era consciente de que tenía que ir dando pequeños pasitos que permitieran crecer al negocio y conseguir con el tiempo una estabilidad económica y financiera. Pero esto no es todo. Tenía que encontrar la manera de convertirlo en una motivación de vida. Mi meta, era conseguir alinear mis aspiraciones profesionales con lo que quiero lograr a lo largo de mi vida. Es decir, llevar mis valores personales al ámbito de la empresa.
Definir el propósito, sirve a la empresa desde su creación tanto como guía para su desarrollo, como de punto de partida o referencia, en aquellas ocasiones donde es difícil tomar la decisión correcta e incluso en los malos momentos. A través de la aplicación del propósito, también fueron seleccionados para nuestro equipo de profesionales, personas que comparten valores y principios similares. Tener algo tan importante en común, permite alcanzar un fuerte grado de implicación de cada trabajador con la empresa, creándose nuevas formas de trabajo colaborativo, que van más allá de la formación de equipos de trabajo de forma puntual. Además, esta colaboración entre personas requiere de una comprensión, lo cual resultará en una mayor cohesión entre los todos los miembros. Pero las aplicaciones del propósito no se limitan a esto, sino que se extienden a una negociación como fuente de empatía; ya sea con los clientes, con la pareja, con los proveedores, la medición de objetivos y resultados financieros o la orientación de las decisiones estratégicas y cotidianas.
Finalmente, me gustaría añadir que numerosos estudios realizados en el campo de la neurobiología han demostrado, que el propósito ayuda a conseguir la felicidad, a disminuir enfermedades y es un motor que nos hace levantarnos ante planes que se frustran e impiden seguir adelante. De la ausencia de un propósito es de donde surge el concepto de Ni-Ni, los traumas, el desempleo, los conflictos y un largo etc. En definitiva, los humanos necesitamos propósitos que nos orienten tanto en la vida personal como a dirigir y redirigir nuestros negocios.
